Un hombre sin olor

Un hombre sin olor: “El Perfume
La historia de un asesino”

Jean Baptiste Grenuille era un bebe con muy mala suerte
su madre la dio “a luz” bajo el mostrador en donde vendía sus pescados. Corto su cordón umbilical con el cuchillo que usaba para limpiar los pescados. Desde ese momento empezó su fascinación por los olores, es un poco curioso o tal vez irónico que un hombre sin olor viva tan solo de esto.
Su sentido del olfato se desarrollaba cada vez más y sus primeras palabras fueron solo cosas que tenían olor,
¿Cómo puede un hombre vivir solo de aromas?
Creo que Grenuille vivía feliz con los olores que conocía en un principio, pero luego fue queriendo más ya que el no tenia olor, ¿como se obsesiona tanto con algo que no tiene? esa es la verdad, los humanos siempre queremos lo que no tenemos y hacemos de todo para lograr conseguir eso que tanto anhelamos, algunos dicen que es un capricho. Pero Grenuille solo quería algo que lo hiciera notar frente a las personas, los perfumes con imitaciones de olores “humanos” que creaba lo ayudaban a tener un poco de presencia. Cuando por primera vez sintió que la gente sentía su presencia en las calles sintió que los engañaba a todos ya que era la fragancia que había creado la que llamaba su atención con este sentimiento de felicidad busco a las adolescentes con los mejores perfumes y poco a poco fue capturando sus olores y convirtiéndolos todos juntos en una fragancia que enloquecería al mundo y haría que todos lo amaran.
El frasco entero de esta fragancia podría controlar al mundo entero podría poner a todas las personas a sus pies y lograr que todos lo amaran y lo adoraran pero aun así Grenuille no habría sabido lo que era amar.
Es impresionante como un perfume transformo la manera de pensar y sentir por unos instantes controlo lo que sentían estas personas pero no lo que sentía Grenuille se sintió amado, pero el nunca amo y solo vivió de los olores que el no tenía pero que si creo y busco por todos los medios lograr que las personas lo notaran. Lo que nos lleva a concluir que las personas que “se lo comieron” solo se sintieron atraídos por el perfume que Grenuille había creado, no por su capacidad ni mucho menos por sus atributos personales se sintieron atraídos por la gran obra de Grenuille y quizás el sintió que amaba solo por el hecho de haberlos engañado.